El entorno
El Valle de Benasque
El Valle de Benasque es un hermoso valle situado en la comarca de la Ribagorza, en la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, España
Es conocido por su espectacular paisaje de montañas, ríos, lagos glaciares y prados verdes, lo que lo convierte en un destino popular para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Aquí tienes más información sobre el Valle de Benasque:


El Valle de Benasque está ubicado en el Pirineo Aragonés, cerca de la frontera con Francia. Se encuentra en el extremo noroeste de la provincia de Huesca. Y conforma un valle con más de 30 kms. de longitud, finalizando en el glaciar más importante de Pirineos, el del Aneto.
Linda en su lado occidental con el Valle de Ordesa y Macizo del Monte Perdido, y en su lado oriental con el Valle D´Aran y su estación de esquí de Baqueira Beret.
La principal vía de acceso es a través de la N-260, que atraviesa el valle y conecta con la carretera A-139. También se puede acceder desde la A-138 desde el norte y la N-330 desde el sur.
A lo largo del valle, se encuentran diversos pueblos con una arquitectura tradicional encantadora, donde se puede apreciar la cultura local y disfrutar de la gastronomía típica de la región. Pueblos como Castejón de Sos, Chia, Sahun, Ramastúe, Eriste, Anciles, Benasque o Cerler, te enamorarán con sus calles antiguas e iglesias románicas, que invitan al paseo y la relajación.
La zona es rica en flora y fauna, con una gran diversidad de especies de plantas y animales adaptados a este entorno montañoso. Especialmente en cuanto a la fauna, es posiblemente la zona pirenaica con mayor número de especies, destacando el ciervo y rebeco, y las águilas y quebrantahuesos. Incluso la población de osos ha vuelto al valle recientemente.
El Valle de Benasque es un lugar perfecto para aquellos que buscan una experiencia en la naturaleza, desde emocionantes deportes de aventura hasta momentos de tranquilidad y contemplación en medio de un entorno natural impresionante. Cada estación del año tiene su encanto particular, lo que lo convierte en un destino atractivo durante todo el año.